
En el aniversario de este hecho de hace 100 años aprovechamos para explicaros cómo la etnografía recoge el suceder diario de la sociedad.
Atendamos las explicaciones que nos da Juan Manuel Etxebarria Ayesta.
HISTORIA DEL HALLAZGO DE ESTE ROMANCE IMPRESO
En uno de mis viajes en busca de mitos y leyendas, fui a la casa de Damiana Etxebarria del barrio Bertzuten de Zeberio. Al terminar la fructífera entrevista le pregunté si tenía algún papel impreso de bertsos “bertso-papelak”, y me dijo que su hermana guardaba en una cajita papeles sueltos con bertsos impresos y me los regaló. Algunos “bertso-papelak” estaban en euskera, otros en euskera y castellano y unos pocos solo en castellano, como es el caso de este romance.
PUBLICACIÓN EN AUSPOA-EUSKALTZAINDIA
El año 1999, el jesuita Antonio Zabala, autor entre otras, de la colección de más de 300 libros de bertsos de bertsolaris populares, me propuso publicar estos “bertso-papelak” junto a las canciones recopiladas por mí en Zeberio.
Y así lo hicimos bajo el título de ZEBERIOKO KANTAK, es el libro Nº 259, en la editorial AUSPOA y posteriormente Eukaltzaindía lo colgó en la red en PDF junto a los 300 tomos.


Introducción:
En este romance se narra la triste historia del accidente que tuvo lugar en el puente de Zubieta de Lemona (actualmente en ruinas),
Salió de Arrigorriaga un autocamión lleno de peregrinos a Urkiola el 13 de junio de 1920, festividad de San Antonio de Padua, y al pasar el puente de Zubieta de Lemona cayó al río Ibaizabal, hubo muertos y heridos.

ROMANCE- CATASTROFE EN EL PUENTE ZUBIETA. LEMONA (Bizkaia) 13-06-1920
1-. PRIMERA PARTE
Con lágrimas en los ojos
y el llanto en el corazón
voy a comenzar si puedo
esta triste relación.
El día 13 de junio
de mil novecientos veinte
hubo una fiesta en Urkiola
a la cual fue mucha gente.
Fue el día San Antonio
día de gran romería
donde van mozos y mozas
rebosantes de alegría.
También mujeres y ancianos
van allí a hacer sus ofertas
y después de haberlas hecho
se dirigen a la fiesta.
Bailan y ríen y cantan
rezan e ingieren meriendas
y acabado el festival
se vuelven a sus aldeas.
Así termina la fiesta
tan popular en Vizcaya
y también yo termino aquí
para empezar la parte segunda.
2-. SEGUNDA PARTE
Alegres y placenteros
cantando mozos y mozas
dirígense los romeros
a San Antonio de Urquiola.
Salió desde Arrigorriaga
un autocamión cargado
con cuarenta pasajeros
para el sitio mencionado.
Llegaron hasta Lemona
sin ninguna novedad
mas al pasar por el puente
fue la desgracia fatal.
Dicen que por viraje
hecho sin mala intención
chocó con la barandilla
y el automóvil cayó.
El chófer que lo guiaba
era muy poco capaz
y en punto tan peligroso
perdió la serenidad.
Con una rueda trasera
se partió la barandilla
y no pudieron salvarse
tantas inocentes vidas.
Una vez en el vacío
aquel enorme furgón
de los angustiados pechos
salía esta exclamación.
Auxilio, favor, socorro,
Dios mío, madre querida
que por ir a divertirnos
perdemos aquí la vida.
Una gran montaña de agua
al caer se levantó
y debajo de camión
a todos sepultó.
Apenas se dieron cuenta
de la triste situación
entablaron una lucha
para lograr su salvación.
El agua teñida en sangre
de tantos muertos y heridos
no parecía sino que
todo había concluido.
Con una fiereza tal
que no puede describirse
se agarran unos a otros
para del agua evadirse.
Allí había un matrimonio
que en plena luna de miel
debajo del fatal río
vio perecer su doncel.
Entre estos hay otro caso
que vamos a mencionar
y eran dos enamorados
que íbanse pronto a casar.
Él se llamaba Mariano
y la novia era Francisca
que proyectaban su enlace
para dentro de unos días.
Y con amor puro y santo
su porvenir preparaban
pero la traidora muerte
la vida a los dos arranca.
Eran dos trabajadores
que elaboraban papel
para mantener sus madres
que eran ancianas también.
Y para dar una prueba
más ardiente del querer
mueren ambos abrazados
como amantes de Teruel.
En cuanto hubo noticias
de esta terrible desgracia
de todos los caseríos
fueron pronto a remediarla.
Principiaron los auxilios
con cuerdas, palos y una lancha
que un señor prestó al instante
que a las víctimas salvara.
Grandes pruebas de valor
se dieron en aquel río
para recoger los muertos
y atender a los heridos.
Uno con la pierna rota
que el autocamión partió
sin cuidarse de sí mismo
de la muerte a tres libró.
Alcalde y autoridades
ténganlo todo presente
y arreglen las carreteras
para evitar tanta muerte.
Ahora a los supervivientes
enhorabuena cordial
y para los otros pobres
sólo nos resta rezar.
El día de San Antonio
triste recuerdo dejó
en el puente de Zubieta
al río un camión cayó.
Unos cuantos desgraciados
en el fondo perecieron
sembrando un día de luto
a Bilbao y al mundo entero.
Y para el año que viene
les voy a recomendar
que a San Antonio de Urquiola
camión no deben de usar.
Un recuerdo dedicamos
a esos pobres desgraciados
que fueron a divertirse
y murieron aplastados.
Si os interesa aqui lo teneis en PDF